domingo, septiembre 06, 2009

.Escribe.


Estás de cara, a un pie del precipicio alzado sobre renglones blancos. Vértigo de hoja nueva, donde cabe cualquier letra más no cualquier orden. Inspírame, pides con el yo yendo y viniendo en mareas irregulares, exagerándose con la luna, vaciándose con la caída de una pluma de ave. Y desde la cama te sé desbordante de vacío. Me jalo la sábana hasta los ojos, te miro allí, temblando entre cada coma, temiendo que la grafía te vuelva a la cómoda realidad, a la verdad, a la vida simple. Lloras, sangras, escupes tinta, temiendo a la grafía que sabe a muerte, resurrección, silencio, vida. Sentires codificados, figuras cualquiera con significado omnipresente.

No hay comentarios.: