.Embebida.
Ya te veo viejita linda
vistiendo con sábanas los espejos
desconectando enchufes
juicios y entendimiento.
Mi abuela se transforma en tormenta
cuando apenas nubes ligeras pueblan el cielo.
¡Cálzate los pies, ingrata!
duérmete, serénate,
quítate la plata.
Y yo, embebida tras los cristales
ruego absorberme en tierra
ser raíz, hoja, fruto vuelto pájaro.
¡Lluvia! cristal fresco que siento
pero no me toca,
déjate caer.
¡Truéname de un susto el alma!
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