miércoles, agosto 12, 2009

.Embebida.


Ya te veo viejita linda

vistiendo con sábanas los espejos

desconectando enchufes

juicios y entendimiento.


Mi abuela se transforma en tormenta

cuando apenas nubes ligeras pueblan el cielo.


¡Cálzate los pies, ingrata!

duérmete, serénate,

quítate la plata.


Y yo, embebida tras los cristales

ruego absorberme en tierra

ser raíz, hoja, fruto vuelto pájaro.


¡Lluvia! cristal fresco que siento

pero no me toca,

déjate caer.


¡Truéname de un susto el alma!


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