Mi cuerpo piadoso se vio tentado ante sus caricias
no hubo más opción hermanos míos
seamos caritativos con el alma necesitada.
no hubo más opción hermanos míos
seamos caritativos con el alma necesitada.
El más galante, cortés, sensible, y perverso hombre que yo he tenido vino oportunamente a darme consuelo. Mientras nos tumbamos en el sillón recita inverosímiles moralidades, sus bellos desfiguros no permiten pensamiento que ose desacatar sus des-ordenes. Mira mi cuello, lo retuerce con alegría maligna, ¡qué locura, qué delicia de pecado!, lo sostiene con la mano entera al tiempo que suelta el bastón y levanta mi vestido, me llama Lucrecia, me muerde, y su mano recorre sagazmente mi entrepierna, sube fuerte y sin soltar mi cuello respira agitado, Lucrecia ¿quieres jugar conmigo?, me invita a simular que tengo doce años y él una caja entera de galletas. Jugamos, juega y pierde a Lucrecia, la pierdo a mitad de un respiro preorgásmico.
2 comentarios:
respiro preorgasmico, me gusta la union de esas palabras!
de la pasión a la razón...es bueno acostarlas y como resultado la sinrazón y ni una galletita para compartir con quien le firma esto...
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