jueves, agosto 22, 2013
domingo, agosto 11, 2013
jueves, agosto 01, 2013
lunes, julio 29, 2013
PAN
Teníamos hambre. Fuimos a una panadería de Grand Avenue y compramos pan. Llenamos todo el asiento de atrás. Todo el coche olía a pan. Grandes hogazas con forma de culo gordo. Pan de culo gordo. Lo dije en castellano. Pan de nalgona. Y él dijo culo gordo en italiano, pero ya no me acuerdo de cómo lo dijo.
Arrancábamos pedazos grandes con las manos y nos lo comíamos. El coche era azul nacarado como mi corazón aquella tarde. Olía a pan caliente, pan a manos llenas, un tango en el casete con el volumen alto, alto, alto porque él y yo éramos los únicos que podíamos aguantarlo así, como si el bandoneón, el violín, el piano, la guitarra, el bajo estuvieran dentro de nosotros, como cuando él no se había casado, como antes de que tuviera hijos, como si todo aquel dolor no hubiera pasado entre los dos.
Recorrimos calles cuyos edificios le recuerdan dice, lo encantadora que es esta ciudad. Y yo me acuerdo de cuando era pequeña y una primita mía murió porque había tragado matarratas en un edificio como aquéllos.
Así son las cosas. Y así circulábamos. Con todos los recuerdos de su nueva ciudad, de mi vieja ciudad, besándonos entre grandes bocados de pan.
S.Cisneros
miércoles, julio 24, 2013
jueves, julio 18, 2013
domingo, julio 14, 2013
Secuencias
Secuencia. Teléfono con cámara. Ego. Ocio. Interpretaciones. Significantes. Sobran, sobran, sobran.
Algún día el Tiempo se vengará y nos dejará pasar. Entonces hablamos otra vez (devuelta y de vuelta) no es lo mismo. ALTO. No hablo de Ti ni Contigo. Es Alguien. No eres Tú. Tampoco soy Yo.
¿Juegas?
¿Adivinas?
sábado, julio 13, 2013
viernes, julio 12, 2013
martes, julio 02, 2013
Trágame cielo
Nos tiramos al suelo y miramos arriba. Nos colocamos los ojos falsos, los de metal, los que miran en blanco y negro. Enfocamos. Megapíxeles. Zoom. Botones que dicen: clic. Pensamos en comprar una cámara nueva, con instructivo y la pantalla sin reventar. Pensamos por qué comprar una cámara nueva. Pensamos por qué hacemos lo que hacemos. Volvemos a la imagen. Pensamos. El cielo se abre, pensamos, por qué, por qué, por qué.
miércoles, junio 26, 2013
miércoles, junio 19, 2013
Somos guapos en la camarita (y no es cierto) o de repente se nos cuelga un ojo y la nariz se alarga hasta casi tocarnos el ombligo; el beliboton dicen los gringos. Me da risa cuando los brazos se me escurren hacia las orillas de la imagen y pienso que soy capaz de estirarlo hasta la cocina y servirme otro vaso, de leche, de horas, de noche, de mensajitos de celular...
miércoles, mayo 29, 2013
El tiempo clava la daga, haga lo que haga uno, estraga oportuno,
tú no cobras lo que el tiempo paga ,estraga saga tras saga, raspa con su amarga espátula, huérfano se hace de brújulas,y lúcidamente en celo, blanca el arma, blanco el pelo, su blanca cara de crápula, 'esta' dice un espinela, la que violeta cantaba, la de la sílaba octava del pateador, vieja escuela, y lo que duela, que duela, si es que tiene que doler, la flama sin calma, que arder tenga, que siga ardiendo, que siga fosforeciendo, si tiene que fosforecer.
Sacar la voz
lunes, mayo 27, 2013
domingo, mayo 12, 2013
martes, abril 09, 2013
Cuando los caballos fuman la vida se nos viene al reves dos veces por semana. Es los lunes y los viernes, entonces andamos con cuidado de no pisarnos la suerte. Los martes y los jueves salimos en busca de los granos de arena mas gordos de la playa. Los barcos nos miran, las nubes nos susurran y a veces, nos siguen de regreso a casa. Al cerrar la puerta se retiran. Se dejan llevar detrás de los pajaros que silbando van hacia los miércoles. Los sábados nos quedamos en casa pero eso sera solamente hasta el domingo, hasta saber que es solamente porque "asi se usa" porque de repente uno se acostumbra sin darse cuenta, dice mi Abuela.
lunes, febrero 25, 2013
TENGO UN ROSTRO DESTRUIDO
Muy pronto en mi vida fue demasiado tarde. A los dieciocho años ya era demasiado tarde. Entre los dieciocho y los veinticinco años mi rostro emprendió un camino imprevisto. A los dieciocho años envejecí. No sé si a todo el mundo le ocurre lo mismo, nunca lo he preguntado. Creo que me han hablado de ese empujón del tiempo que a veces nos alcanza al trasponer los años más jóvenes, más gloriosos de la vida. Ese envejecimiento fue brutal. Vi cómo se apoderaba de mis rasgos uno a uno, cómo cambiaba la relación que existía entre ellos, cómo agrandaba los ojos, cómo hacía la mirada más triste, la boca más definitiva, cómo grababa la frente con grietas profundas. En lugar de horrorizarme seguí la evolución de ese envejecimiento con el interés que me hubiera tomado, por ejemplo por el desarrollo de una lectura. Sabía, también, que no me equivocaba, que un día aminoraría y emprendería su curso normal. Quienes me conocieron a los diecisiete años, en la época de mi viaje a Francia, quedaron impresionados al volver a verme, dos años después, a los diecinueve. He conservado aquel nuevo rostro. Ha sido mi rostro. Ha envejecido más, por supuesto, pero relativamente menos de lo que hubiera debido. Tengo un rostro lacerado por arrugas secas, la piel resquebrajada. No se ha deshecho como algunos rostros de rasgos finos, ha conservado los mismos contornos, pero la materia está destruida. Tengo un rostro destruido.
Marguerite Duras, El amante.
martes, febrero 19, 2013
Ideas y liguillas y chabetas
Las ideas se parecen a las liguillas y a las chabetas. Se llevan en la cabeza, se eligen individuales o por paquete. Se toman prestadas o son un obsequio de nuestra abuela que destrenza su cabello y las deja sobre el tocador.
A las liguillas y a las ideas, uno les da dos, tres, cien vueltas. A veces se enredan, entonces jalamos: ¡derecha! ¡izquierda! damos de brincos, pedimos auxilio. Algunas liguillas y chabetas se retiran antes de dormir pero otras, se dejan durante la noche hasta que su marca al día siguiente delata su existencia, como si de una idea en el sueño se tratara.
domingo, febrero 17, 2013
Hay arañas en mi cuarto
La atrapé mientras subía por la pared, le di una mosca muerta y nada sucedió. Fuera del placer de observarla y de la adrenalina generada del saber que podría picarme mientras dormía es bastante aburrido tener una araña presa: la liberé un día después.
sábado, febrero 02, 2013
lunes, enero 14, 2013
La cámara
Mirar la cámara luego de un considerable tiempo. A veces escapo de ella y es que también es un espejo, uno donde el gesto permanece quietecito para siempre. Nosotros ilusos, sandios, pensamos al mirarlo: "soy ese" cuando podríamos decir "ese es uno de los tantos que soy". Somos infinitos, nadie puede ser el mismo dos veces. Ni siquiera nosotros mismos, logramos repetirnos.
domingo, septiembre 30, 2012
sábado, septiembre 22, 2012
La sandía de Cortázar
Estoy boca arriba en mi cama, abrazando una sandía. Sobre el buró está la radio de donde brota a palabras lentas la voz de Julio Cortázar. Filosofa acerca de cómo las cosas y las personas tendemos a caernos y a levantarnos. En sus palabras el deseo de encontrarnos en un estado permanente de equilibrio, se me antoja como un capricho, una necedad convertida en finalidad. La frescura de la sandía sobre mi vientre, en mis antebrazos, me distrae. La disfruto de tan cerca. La aprieto hacia mí. Imagino que en cualquier instante puede abrirse e inundar con semillas y agua roja todo el cuarto. La compañía de Cortázar acrecienta mi comodidad, aunque le sé a leguas de distancia me reconforta. Me reconozco en su divagar, en la nube que aspira, en el lápiz que recae de la mesa tan parecido a nosotros, como sin conciencia, como si por primera vez.
Se escuchan mensajes comerciales. Algo sobre un jabón de coco. Tras la promesa de una piel suave Julio Cortázar regresa y reincorpora su lectura. Sé que no conozco este poema. Describe la separación entre la mente y el cuerpo. La conciencia se halla intacta pero no el lenguaje, es imposible comunicarse hacia el exterior. Sus versos me recuerdan una sesión hipnótica, mis párpados se sienten gruesos. Quiero jugar. Escucho con atención y me entrego a sus instrucciones para quedar aislada en un estado similar al coma.
Conforme pasan los minutos y voy renunciando al control de mi cuerpo, la idea de quedar atrapada en mi mente ya no parece tan placentera. Mis labios están sellados, el corazón lento, la respiración se reanuda en intervalos cada vez más cortos. Temo no poder despertar así que haciendo un gran esfuerzo, abro los ojos. Entorno la mirada y observo con asombro cómo de la sandía subiendo por mis muñecas, salen cientos de hormigas pequeñitas. Colonizan cada sitio de mí, cubriéndome toda. Las miro y me divierte su algarabía. Renuncio a la hipnosis por el gusto de verlas, me concentro en el tono empanizado que dan a mi piel y en las agradables cosquillas que me provocan sus diminutos pasos.
Conforme pasan los minutos y voy renunciando al control de mi cuerpo, la idea de quedar atrapada en mi mente ya no parece tan placentera. Mis labios están sellados, el corazón lento, la respiración se reanuda en intervalos cada vez más cortos. Temo no poder despertar así que haciendo un gran esfuerzo, abro los ojos. Entorno la mirada y observo con asombro cómo de la sandía subiendo por mis muñecas, salen cientos de hormigas pequeñitas. Colonizan cada sitio de mí, cubriéndome toda. Las miro y me divierte su algarabía. Renuncio a la hipnosis por el gusto de verlas, me concentro en el tono empanizado que dan a mi piel y en las agradables cosquillas que me provocan sus diminutos pasos.
Sueños,
con fecha 21 septiembre 2012.
martes, junio 12, 2012
"Frente a ella olvidaba momentáneamente mi eterna soledad. Sumire expandía las fronteras de mi mundo, me hacía respirar hondo. Era la única persona capaz de hacerlo(...)
Cuando hablaba con Sumire era cuando vislumbraba con mayor claridad mi existencia. Más que hablar, estaba pendiente de cada una de las palabras que brotaban de sus labios. Ella me preguntaba por esto y aquello; exigía además una respuesta. Si no se la daba protestaba, y si le salía con evasivas se enfadaba en serio. En este sentido era distinta a la mayoría de la gente. Sumire quería conocer de verdad mi opinión sobre diversas cuestiones. Así me acostumbré a darle respuestas precisas a sus preguntas y, a través de este intercambio, le revelaba a ella (y de paso a mí mismo)muchas cosas sobre mí"
Murakami, Sputnik mi amor.
lunes, mayo 21, 2012
miércoles, mayo 16, 2012
sábado, mayo 12, 2012
miércoles, mayo 02, 2012
jueves, abril 26, 2012
El circo
Vivo en un circo. Soy trapecista. Mi amiga y yo hablamos sobre la llegada de un nuevo integrante. Caminamos alrededor de la carpa, reímos, creo que comemos alguna especie de caramelo en barra. Hay enanos, elefantes, hombres musculosos y un tigre de colmillos filosísimos. A lo lejos se escucha el motor de un auto. Lo veo venir y parece que terminará de desarmarse para cuando llegue cerca de nosotras. Está formado con chatarra apilada, tiene dibujos a lápiz, a graffiti.
La carcacha se detiene cerca y corremos al lado del conductor para ver quién es. Me asomo sin trastabillar y descubro más imagenes y frases. El interior aumentó sus dimensiones, ahora es del tamaño de una habitación. Nadie está dentro. Intuyo de ti. Me pongo nerviosa, es una sensación de angustia y plegaria combinada.
Un instante después miro sobre mi hombro. Busco a mi amiga pero una multitud sorda me rodea, rodea el auto. Estoy sola. Regreso mis ojos al interior y sin más me encuentro con los tuyos. Han envejecido. Conservan su toque orgulloso y melancólico. Sonrío. A un lado aparece mi amiga y me quedo callada. Ella ignora quién eres. Vuelvo a tus ojos y juro en silencio que no diré a nadie quién eres.
Sueños,
con fecha 30 de marzo 2012.
jueves, abril 05, 2012
martes, marzo 20, 2012
lunes, marzo 05, 2012
sábado, marzo 03, 2012
viernes, marzo 02, 2012
miércoles, febrero 29, 2012
El lago
El cielo en verdes está pintado al óleo. Camino con Vaca Muerta, junto a un lago. Voy descalza. El sendero se siente acolchado, a pesar de las numerosas rocas. Lo miro de reojo y sé que habla. No escucho. Estoy dispersa pensando cómo sería tener varios amigos. Pertenecer a un grupo de seis, siete, al menos de tres. Cuidarse entre sí. Obligarse a salir cuando se está triste. Saberse de años. Me pregunto por qué no sé conservar a las personas. Él sigue hablando...
Despierto.
Lo primero que pienso es que (él) llevaba puesta una bata de hospital.
Sueños,
con fecha 22 de agosto 2011.
martes, febrero 07, 2012
lunes, enero 23, 2012
miércoles, enero 18, 2012
lunes, diciembre 12, 2011
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