El cielo en verdes está pintado al óleo. Camino con Vaca Muerta, junto a un lago. Voy descalza. El sendero se siente acolchado, a pesar de las numerosas rocas. Lo miro de reojo y sé que habla. No escucho. Estoy dispersa pensando cómo sería tener varios amigos. Pertenecer a un grupo de seis, siete, al menos de tres. Cuidarse entre sí. Obligarse a salir cuando se está triste. Saberse de años. Me pregunto por qué no sé conservar a las personas. Él sigue hablando...
Despierto.
Lo primero que pienso es que (él) llevaba puesta una bata de hospital.
Sueños,
con fecha 22 de agosto 2011.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario