martes, diciembre 11, 2007

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Cuando ha llovido todo el día la mala suerte y tenés los zapaticos mojados por la ligera llovizna de invierno es posible que extrañes tu vieja casa, tu madre que te abraza cuando el día ha salido mal, tu hermano que sonríe y jalonea tu suéter para que vayas a jugar video juegos.

Cuando has trabajado trece horas seguidas, y miras que ya es de noche y no tenés ni forma de llegar hasta tu puta casa, te das cuenta que estás solo, solo y triste, con ganas de llorar y volver.

Entre tanto tropiezo, lo más justo era encontrarme un abrazo. una palabra que me ayudara a tragarme el jodido día.
Si yo te dijese que te extraño, y que extraño recostarme a tu lado para decirte que me fue mal y que tú solo me abraces, no serviría de nada. ya no estás, y creo madre, que yo tampoco.

3 comentarios:

sirako dijo...

te haría bien un chocolate caliente, son reparadores (aunque nunca sabremos si lo que necesitamos es eso).

Anónimo dijo...

comunicate

NeMoSiS dijo...

the velvet teen (8) dance dancee babe