Traía el paso de quien va quebrándolo todo.
La rapidez con que la noche se apodera del día, y lo engulle, es un choque tremendo; lo es más cuando el ciclo se repite una y otra vez.
La rapidez con que la noche se apodera del día, y lo engulle, es un choque tremendo; lo es más cuando el ciclo se repite una y otra vez.
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