viernes, marzo 27, 2009





Amanecí por costumbre, otra vez
reverenciando la obvia sucesión del tiempo.
Sola, con ojos de perro
desperté lamiendo banquetas
rasguñando basureros, besando múltiples
pupilas vacías de mí.

Amanecí contra mi voluntad
por tradición, sola
ansiando unos labios de tisis, un abrazo leproso,
un prodigioso cañón que consiga cogerme y venirse
venirse venirse, hasta mi muerte.

jueves, marzo 19, 2009

Dicen que estoy tocada, pero tumbarlo de un sartenazo fue puro buen tino de no quería aunque igual te lo merecías y ya qué.


Mire doc no estoy mal de nerviosismos, si lo noquié con el traste mientras tragaba frijoles puercos fue porque compró leche Lala. El cabrón sabe cuánto se me hincha la panza, sabe lo mal que me pone esa puta leche y de todos modos siempre termina trayéndola. Al principio iba y la cambiaba pero verdá de dios que salgo jodidísima del puesto de quesadillas. Yo le digo amablemente, Pancho por favor te encargo que no compres Lala, me suelta las tripas. Y es cuestión de cinco minutos pa´ verlo cojeando de regreso con las bolsas transparentes donde alcanzo a ver la Lala. Me ignora con los taponsotes bien puestos, es adrede, si viera que clarito lo imagino frente al refri del súper pensando entre Zaragoza Vaquita, Alpura y mejor le llevo Lala pa´ ver si así adelgaza la pendeja. Si ya sé, no soy talla cinco desde hace diez años, soy múltiplos de cinco tirándole ya al cien ¡pero el cabrón tiene la culpa! No puede quejarse si no me lleva una ensaladita cuando me la paso todo el día en el mercado. Si no engordas por tragar, engordas nomás de puro oler el cazo de las quesadillas y me cae doc que por la nariz también crece la panza. ¡Imagínese! tengo treinta años guisando bolas de maseca, pero no puedo lograr que éste cabrón se amase ni pa´ traer lo necesario de la tienda. Todos los días doblar tortillas, rellenarlas y echarlas al cazo, eso hago yo, eso sé hacer yo, así como antes sabía ponerlo loquito mientras hacíamos el amor. En mi vida he manoseado un chingo de ordenes, si le contara, aprendes mañas, prefieres tal o cual marca de maíz, descubres cómo agarrar la tortilla con la pala sin desperdiciar mucho relleno. El bisnes es sencillo, bajas la tortilla lento sobre el cazo y volteas de zopetón en chinga uno dos, recoges con cuidado la quesadilla ya frita, inclinas pa´ quitar la grasa innecesaria y dejar nomás el exceso rico, te limpias el sudor de la frente, respiras, sirves y listo. Y ahora pienso que algo así debí hacer con mi Pancho, quererlo y exprimirle solamente lo que sobra pa´ no dejarlo seco. El aceite termina por quemarse la cama también. La verdá que nosotros con tanta lonja ya ni cogemos, cuando nos abrazamos quedamos tan lejos que mejor terminamos poniéndole a la tele, programamos apagado automático y ps ya sabe la repetición de Lolita Ayala o el fataché. Es rebueno eso de tener entretenimiento pa´olvidar que uno anda siempre jodido sin recibir siquiera un diploma. Verdá de dios mi doc que deberían darnos papelito, trabajamos más de diez horas y aparte las quesadilleras ofrecemos hartos beneficios a la gente. Ire, viernes y martes preparamos huitlacoche, sábado de champurrado y miércoles de trague lo que pueda por cincuenta pesos. Es todo sabiduría, panza llena corazón contento. Yo desde chica le hago a las quesas y cuando agarras gusto te quedas. Entré a los trece cuando mi apá murió, él si era un caballero y usaba loción del sanborns, no como el Pancho que apesta. Ese nomás dice, es que yo soy poeta mi Magda, ¡Poeta cabrón! tan siquiera antes me dejaba algún verso escondido dentro del chal o en el puesto, ahora nomás trae esa puta leche Lala. ¡Cabrón egoísta! Usté nomás piénsele doc. ¿Eso es amar? ¿Cuánto le cuesta agarrar otra chingada leche? Mera voluntad mi doc, a las personas les falta puritita voluntá. Pero por lo pronto a ver quién puede más, si yo con la panza mala o él con el chichón del sartenazo.

domingo, marzo 15, 2009

.Preposiciones en el Bar Tres Gallos.

Se siente el Marlon Brando en sus primeras mubis: chingonada. Llega tarde, pide lo mismo que tú, modales innecesarios del siglo ya pasó, y en menos de lo que te tragas un gallo apunta con la bic como si trajera una puta pistola. Qué gustazo corazón, como sabes soy Edmundo Ferrer, periodista de El Heraldo. Si te sientes más cómoda guardo la libreta y uso la grabadora, aunque prefiero no abusar de modernidades, ja-ja-ja. Ay darling darling, es más in echar entrevista a mano ja-ja-ja y se tapa los dientes como si fuera a contárselos. Tenía unas ganas así aerostáticas de conocerte, ja-ja. Sus lambisconerías a mí también me traen ganas pero de guacarear sobre mi passport o en el suyo mejor, porque ya no traigo pa´ otro trago. Este tu humilde servidor prefiere bic y libreta, dan un caché más retro. Pendejo. Lo vintage no quita lo plástico. Además cuando no usas pilas ni casetitos contribuyes a cuidar el ambiente, ¿o no te parece preciosura? Ni pío. Pendejo, otra vez, y además hippie. Si antes había pensado llevármela tranquila, asentir con la cabeza o usar hermosos monosílabos me retracto. Ni me muevo. Ni me muevo. Siempre he creído que la ventaja de usar grabadora radica en poder utilizar citas textuales, tener pruebas en caso de demanda y claro, mantienes la vista fija sobre el entrevistado. ¿Y entonces lindura? ¿Comenzamos o esperamos otro vasito? Sonrío, por lo del vasito. Mi salud mental me obliga a orinar, me levanto. Debo ser cortés para completar su entrevista y el dinero para mi viaje. Pendejo, BIC.

Cuando regresé con las manos oliendo a palmolive guaraná ya tenía otro wiski servidito. El mesero, que es mi carnalote desde el primer ¿lomismodesiempre?, nos trajo unas tiritas de carne seca en salsa valentina. Él antes bien nombrado Pendejo, que desde ahora será con mayúscula propia de nombre propio, seguía con libreta en blanco. Se movía levantándose ligeramente del asiento para acomodar su chaqueta y evitar horrendas arrugas bajo su seboso trasero. Daba vueltas sistemáticas a su popote haciéndose el interesante. ¡Ay mijo! si supieras que a éste bar nomás vienen maquileros y estilistas, carniceros, taqueros, gente con quehaceres más imprescindibles en la vida que leer tu columna, y yo no soy la excepción, pero leer y salir es distinto, por la morralla. Cago orgullo y completo viaje a dondesealejos para hallarme algún olvidado, regodearme en sus extravagancias y virginidad de soy ñoñoestoifeo por eso no salgo con nadie hace un chingo. Con lo que me gustan los rechazados, escondiditos, tímidos ratones hurga cajones de abuela en busca de libros, discos, revistas y hasta instructivos de cómo usar la máquina Singer. A veces con el tiempo se vuelven interesantes o al menos eso dice la banda, y allí yo patitas pa´ qué las quero. Bien, ¿desde cuándo dices que escribes? me lanzo en busca de otros meandros. Desde los trece. Quiero largarme a Francia, conocer el barrio Montparnasse y Ruán, susurrar teté, memé, see see. ¿Qué te gusta de escribir, qué motiva a una dama tan joven a deletrear tanto la vida? Aunque igual más cerca sería harto barato, Machu Picchu, hojita de coca, aire despejado, sí sí. María puede conseguir credenciales de estudiante y sale a la mitad, aunque no sé si viajes internacionales hacen rebajones. También podría ir acompañada, compartiríamos gastos y mira acá allá acullá. Ay no, luego nadie aguanta mi empedernido vagueo, Antonia ya no quiero caminar bla bla bla… Entonces ¿qué te motiva? Ah, sí yo creo que... Agacho la mirada al passport que va dejando entrever la urgencia de pedir el siguiente. ¿Por qué servirán el wiski en vasos enanitos? Cuadrados rechonchitos como el wey que me pichó taxi antier jueves. El trabaja con vacas y me regañó por tomar tanta agua, dijo que a éstas bestias les dan tantos litros por kilo, sacó cálculos y según mi peso yo debería tomar poco menos de litro diario. ¡Darliingg! noc noc, tenemos que empezar la entrevista. Ah sí, mo ti va ción piensa piensa. Escribir es como respirar y ya, lo haces sin decir: ay ora voy a llenar dos hojas con letras que hablen sobre la paradoja de los gemelos de Einstein y luego Jaimito se va al espacio, ingresa dentro de un circo para poder mandar giros intergalácticos a su mamacita que vive en Coyoacán y además envejece menos que el hermano. ¡Vergas! Bueno a veces sí planeo pero procuro ser menos organizada para no deprimirme. Odio pláticas premeditadas, citas previas, pagar por adelantado. ¡Darling! ¡Wake up! Me desespero con eso de a las 9:30 en tal o cual cafecito, me dan nervios hartos esperar. Lo que me hace pensar, ¿qué hago aguantando este Pendejo con saco rosa plash y pestañas postizas? Odio sus zapatos amarillo maizena, no deja de mirarme ni un segundo, no puedo pensar. Espero tu respuesta querida. Ay ora muy indignado, como si yo le hubiera escogido ese tono para labios. Tac tic tac tic (nunca he entendido porque siempre empiezan con el tic). Para estas alturas mi entrevistador ya estaba desquiciado. No sé si por falta de respuestas o porque llevaba cinco wiskis y tenía la idea de que él pagaría mi peda. Deberían darle viáticos en su periodicucho tan siquiera pa´ tener a gusto al que va a ser columneado o más bien calumniado. Con los alcoholes las respuestas salen aprisa y sin adorno. Mira mona, te haré preguntas más sencillas, con lo que bien que te tienen en la redacción pensé que serías más smart y menos estorb. Pendejo. Hablemos de inspiración, ¿de dónde proviene la tuya? A la troya, esa palabra siempre me ha dado miedo porque la inspiración no existe ni para cagar. Tec tuc tec tuc. ¡Mujer! no has dicho una sola palabra ¿te quedaste muda pué? y allí que se le sale el acento regio, jajaja. ¿Qué pasa por qué ríes? No nada chulo, mira así te la pongo. Escribo a escribo ante bajo escribo, con escribo contra de escribo desde que escribo. ¡Y lo más importante! entre escribo y en escribo hacia escribo, escribo por escribo según escribo, aunque a veces sin escribo escribo sobre escribo tras el escribo. Y entonces sí que se levanta mi compa todo endemoniado, deja cinco billetes azules sobre la mesa, se acomoda el chal plash y se va, se va, se fue. Y yo me iré también, sí, a cualquier lado con su dinero. Mañana envío una carta a la redacción. Pendejo.

lunes, marzo 09, 2009

...

El cuerpo puede ser liviano o pleno

piense en la diferencia burbujeante.

La lengua que

limpia el paladar ahumado

intenso, proviene del olfato.

Entre el agua calma

directo, para imaginar la sensación.

viernes, marzo 06, 2009


Los parques están llenos de monstruos inofensivos






domingo, marzo 01, 2009

Bar Tres Gallos, otra vez.

Apenas lo vi me sedujo, fue como inesperado alucín de nomás le di un jalón y mira cómo me puse. El vato se veía tan loco que cuando pensé en ir al wáter no sabía si darle vuelta o aprovechar su borrachera para zamparle un beso, bajarle una morralla pa´otro pisto; porque una cosa es ser fachosa empedernida y otra los wiskis nais que no completo cuando me hundo en la jarra. Total que me levanto, Roberto grita que deje los cigarros, Martha le mete la lengua a un wey de vaqueras y yo que pensé en darle vuelta y besos y lana me tropiezo con una silla para ir a parar a los brazos del extravagante moreno. Sa bro so… no me gusta ese adjetivo pero ay qué bonitos ojos tienes debajo de esas dos cejas, son negros... y seguro tienes unas manías igual de oscuras por como apretaste mi cintura pa´ salvarme del chingazo.

¿Psss qué pasooo? ¿ta´ bien la chula? me agarrrra, me cuenta las costillas, los dientes, y reconstruye mi virginidad con su aliento a borrachote. ¿Nos echamos otra pa´l susto? Pues va. Tráigale lo que pida y entre el va y viene ya son cinco caballos los que galopan dentro de mi cuerpo, amenazan con salir desbocados en forma de vómito o sexo re-re-editable, osea alternas rostros y recuerdos al tor-són de sus caderas. ¡Los Cigarros Jaan! ese Roberto puto que no sabe cuando uno tiene la choya ocupada en el negocio y la baba mojándome desde la lengua hasta el culo. ¡Aviéntalooos! me cae de a madres que es la última vez que lo cargo, si nomás falta buscar otro joto que nos presente con la alta alcurnia de sus contaitos pa´ seguir vendiendo nuestros bisnes y los del Alejandro que ahora recuerdo no le llamé. Andaba rete triste porque robaron su morral con la revista que acababa de imprimir y nuestros poemas… ¡Poemas! Ja-ja-ja se burla a cada rato mi progenitor mientras junta las pelusas de su ombligote, yo cierro la puerta para no oir que hasta su cagada tiene más forma que mis versos, ¡ay moreno, chulo!, ¿pero tú no eres así verdá? me revuelvo entre el neón y el rechazo de mi padre, ya me acuerdo porque de a ratos pienso que no me gustan los baris: andan siempre achacándonos nuestros defectos, ay viajadota, les hablas tantito de algo real y bostezan… te sueltan sin preguntar cómo estás, no han de saber tu segundo nombre pero qué tal cuántos lunares entre cuello y nalga, se nota que no te cuestan las cosas, dicen si pierdes algo “valioso”, si tú no estabas allí, no sabes si lloré o ¿qué se supone debo hacer cuando el ratón ya torció?; además al fin es materia y me encanta pensar que soy poeta, como hoy que mejor me llevo estos ojos al colchón pa´ contar los resortes uno por uno y luego olvidar el número, porque claro, estaba clavada en otra cosa. Percibo un torrente inundándome cada recoveco, hasta me dan ganas de sentir y mañana al recordar volver a sentir, así como cuando dices ¡me enamoré! sin éxtasis ni nada, ¡a la antigüita!, con besos, miraditas, recaditos... debí llamarle a Alejandro, ¿dónde andará? ¿por qué no me marca? yo todavía pienso en él, los paseos de la Liber a Coyoacán, sus tacos a plena madrugada, si viera cuánto lo amo, así me caigo de a madres de chingonota tenía que llorar la última vez. vodka, wiski, chela, me echaré otro después de éste pa´ poder empinarme al moreno un rato, ponerle cara de Alejandro y con suerte escribir algo.