.Campo Minado. Dicen que sólo el miedo puede cortarle los cuernos a un diablo, ni el arrepentimiento, moral, conciencia o eso que llaman religión consigue triturar sus cuernitos. Y pasa, el miedo de buenas a primeras te hace saber en un cuerpo con condición de indigente. Eso al contrario de lo que dicen le ocurrió a Rumná, perverso treintón de barbas negrísimas. Cerrado por fuera como quien vaga sin reconocerse en su propia tribu, marchó sin despedirse con una bolsa de plástico bajo el brazo izquierdo. Sí el izquierdo, porque es el único que le queda. Andar en campo minado acaba con el cuerpo, nervios y alma; y lo vale, dice Rumná mientras cepilla su barba con un delgado peine. Él te mira fijo y aconseja que te quedes entre las minas buscando un amor, sufriendo las mutilaciones de quereres no correspondidos, la desilusión de creer que la explosión es inminente y nada; perder ojos, labios, andar flotando estupefacto sin un solo pie con el pecho destrozado. La enfermedad viene de la soledad que nos enseñan, y el dolor siempre precede a la auténtica sanación. Sólo vagando hallarás la mina que una vez él tuvo. Aunque me quede con el puritito pecho volveré a buscar, chillonea Rumná. ¿Qué más da dejar caer la cola y los cuernos? Siempre conviene buscar el amor en este campo minado, donde con un poco de suerte explotarás al pisar una estrella. |
sábado, diciembre 27, 2008
jueves, diciembre 18, 2008
Soñé la locura. Con tres dientes enteros y uno a la mitad, el viejo Mago alza su capa ante cualquiera que pase por la calle antes del amanecer. Bailotea torpe en sus delgadas piernas frente a la carreta que lleva impreso su nombre con letras doradas. ¡El nombre es para los simples! y la señora que pasa se queda mirando, saca una moneda dorada de su delantal y la ofrece al anciano. Nadie compra sin vender después, sube temblando al cuarto mohoso, repleto de objetos chinos, hojas de manos a carbón, tinta y gis rosa. Se sienta y él la envuelve en un rancio olor y misticismo. ¡Su nariz asoma por delante de todo su cuerpo! Los hombres no deben hablar a cambio de dinero, y sin embargo aconseja el rancio dandy: Recuerda que donde despiertas, no es el mismo lugar donde dormiste. |
Tengo que irme por aburrimiento. No llegó. Antes de saber le ofrecí quedarse en casa. Y hoy sé que debe estar curado, de lo contrario seguiría a mi lado. |
martes, diciembre 16, 2008
lunes, diciembre 15, 2008
martes, diciembre 09, 2008
lunes, diciembre 08, 2008
viernes, diciembre 05, 2008
...
No puedo desistir más, y si me observa un Dios verá que tengo necesidad de hacerlo. No es que no me controle, es que no puedo contener placer sin evitar disgusto. Josias. Josias comienza a desvanecer mi necesidad de reposo, guía mi silencio hacia el peso de sus ojos serenos. No encuentro más jugoso manjar, ni el arte ni el fuego, es una deleitante criatura de cuerpo recto, piel blanca, aliento dulce, cuello de miel… Josias… estoy a punto de entrar en trance y mientras imagino su doble boca la idea se hace real entre mis manossszzss...
|