.Ya no le importan mis chiflidos.
no son nueve las patas que mueve debajo de la falda, porque si ella viene y uno se fija lento, no es una pata, es una cola. las patas tienen dedos en los bordes, y esa no. se acaba y ya.
Yo no le hago caso a Margueritte cuando dice que no vea a tanto a la señora de los chiflidos, porque no sé si ya te dije que ella vende chiflidos en bolsas de plástico: tiene de albañil, de camotero, de grillito, de periodiquero, y de gorrión.
Yo siempre le compro uno de camotero, porque así invito a Naif a jugar a que yo vendía y él compraba; aunque desde hace unos días él ya no quiere tanto, porque solo quiere jugar al avión y no le importan mis chiflidos. Pero nu estoy tan triste, porque hoy voy a buscar quien me enseñe a brincar tan alto como Naif.
ilustra de chaval sub te te rra.
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