...
-Afuera es de noche, aunque debo decir que por aquí últimamente siempre está oscuro.
-Ya debieras acostumbrarte.
-No hoy; he resuelto dos pastillas evitándome despierta.
-Evitándote... eres capaz de masticar mi sonrisa sin siquiera saborearla.
-Calla.
-Te descaramelas lentamente. Juegas a deshacerlo y paras. Miras sólo gajos sobre nuestras manos. Dime, éstas voces ¿qué han hecho de ti?: dedos pintando, un preciado subconsciente regala sueños: ¡Son Divinos! ¿Lo has notado?. Y la niña escondida cada tarde entre vestuarios viejos, limpiando máscaras, cambiando luces. Soñaba mostrarse en el escenario... ¿Recuerdas?
-Me he de ajustar al logos presente. No más puntos equidistantes además de mis ojos. Balanceados, parpadeando la cuajada denuncia del revuelo: cuerpo, mente, espíritu. Conformidad absoluta querida voz, querido yo. Pastosa, vaga resequedad, mediocridad del ser doblándose siempre ante la impertinencia del querer ser, el angustioso soñado; reflejo de idiotas: lo que realmente se es, se detesta, se teme y aún así sabiendo se deja ser.
-Ya debieras acostumbrarte.
-No hoy; he resuelto dos pastillas evitándome despierta.
-Evitándote... eres capaz de masticar mi sonrisa sin siquiera saborearla.
-Calla.
-Te descaramelas lentamente. Juegas a deshacerlo y paras. Miras sólo gajos sobre nuestras manos. Dime, éstas voces ¿qué han hecho de ti?: dedos pintando, un preciado subconsciente regala sueños: ¡Son Divinos! ¿Lo has notado?. Y la niña escondida cada tarde entre vestuarios viejos, limpiando máscaras, cambiando luces. Soñaba mostrarse en el escenario... ¿Recuerdas?
-Me he de ajustar al logos presente. No más puntos equidistantes además de mis ojos. Balanceados, parpadeando la cuajada denuncia del revuelo: cuerpo, mente, espíritu. Conformidad absoluta querida voz, querido yo. Pastosa, vaga resequedad, mediocridad del ser doblándose siempre ante la impertinencia del querer ser, el angustioso soñado; reflejo de idiotas: lo que realmente se es, se detesta, se teme y aún así sabiendo se deja ser.
-Autocompasiva.
-¡¡Cállate te digo!! Si no puedes, la tercera pastilla cegará opiniones.
-Ese reflejo, el que cínicamente se es, puede compactarse. Permutar al querer ser, amar ser, o al menos amarte sin ser, siendo un poco de lo soñado e imaginado.
-Imaginado y soñado, tus palabras terminan justo ahí.
-Idiota.
-¡Calla!
-¡Eso quisieras! ¡Callarnos con un fatal diagnóstico!
-¡¡Cállate te digo!! Si no puedes, la tercera pastilla cegará opiniones.
-Ese reflejo, el que cínicamente se es, puede compactarse. Permutar al querer ser, amar ser, o al menos amarte sin ser, siendo un poco de lo soñado e imaginado.
-Imaginado y soñado, tus palabras terminan justo ahí.
-Idiota.
-¡Calla!
-¡Eso quisieras! ¡Callarnos con un fatal diagnóstico!
-Mientes.
-¡¡¿Y el veneno de ratas?!!
-Lo denomino sentencia nocturna para palmas y plantas, percepción peligrosa, semifulminación del esófago.
-¿Nada de muerte?
-Nada.
-¿Un poco...?
-Sigues rezongando ¿No?
-Quizá mañana.
-Quizá nunca.
-Nadie es inmortal.
-Pues al menos ésta semana,
-¡¡¿Y el veneno de ratas?!!
-Lo denomino sentencia nocturna para palmas y plantas, percepción peligrosa, semifulminación del esófago.
-¿Nada de muerte?
-Nada.
-¿Un poco...?
-Sigues rezongando ¿No?
-Quizá mañana.
-Quizá nunca.
-Nadie es inmortal.
-Pues al menos ésta semana,
tú, yo y las demás voces sí.
...
3 comentarios:
¿Qué chingaos fue eso?
Hola¡¡¡¡
Estoy de vuelta despues de mis varias semanas de escondite¡¡¡
Pase a saludarte y para ponernos nuevamente en contacto en este ciberespacio Bloggero¡¡
Cuidate mucho y te mando miles de kikos¡¡¡
Bayis =O)
DEBRAAAAAAAYE
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