No puedo dormir y vengo aquí, sí todavía... dicen las matemáticas que ya tengo 31 años pero yo no los siento en ninguna parte. ¿La edad se siente o se ve? Las matemáticas no son de fiar en cuestiones de edad, para mí que es algo más subjetivo.
Quiero ser como las aves que llevan cerillos encendidos en sus picos. Encender las mañanas, quemar la noche.
Si alguien lo hubiera descrito en palabras hubiera sido García Lorca o quizás, fueron aves capturadas por los gitanos cerca de Macondo.
Todavía creo en los libros, nadie debiera acabar de despertar. Nunca.